Ingredientes:
- 200 g de harina de repostería
- 200 g de harina de fuerza
- 30 g de levadura fresca de panadería
- 50 g de mantequilla
- 120 ml de leche tibia
- 2 huevos
- 50 g de azúcar avainillada
- 40 g de azúcar
- una pizca de sal
- azúcar glass para espolvorear
- un bol de crema pastelera de vainilla para rellenar (1 huevo, 2 yemas, 75 g de azúcar, 1 cucharada de maicena, 400 ml de leche, 1 vaina de vainilla)
Preparación:
Poner en una fuente la harina y reservar. Disolver la levadura en la leche tibia y añadir la mantequilla y remover. Añadir los huevos y batir, añadir también las dos clases de azúcar y seguir batiendo.
Disponer la mezcla en el medio de la harina y batir con unas varillas hasta que lo vayamos mezclando todo poco a poco. Cuando veamos que ya no podemos con las varillas continuar con las manos enharinadas. Si es necesario añadir un poco más de harina.
La mezcla debe quedar blanda como una masa de plastilina. Ponemos la masa en un bol y la tapamos hasta que doble el volumen.
Hacemos bolas con la masa y las ponemos en una bandeja donde habremos puesto papel vegetal espolvoreado con un poco de harina para que no se peguen.
Las dejamos reposar hasta que vuelvan a crecer y las freímos en aceite suave a 175º.
Dejamos enfriar y las rellenamos con una manga pastelera.
Espolvoreamos con azúcar glass.
Preparación de la crema:
Ponemos a calentar la leche con la vaina de vainilla. En un bol batimos los huevos con el azúcar y añadimos la maicena disuelta en un poquito de leche fría.
Retiramos la vaina y la abrimos, añadiendo las semillas a la leche.
Removemos la leche para mezclar y ponemos esta preparación poco a poco en la mezcla de huevos, azúcar y maicena.
Si no tenéis vaina de vainilla podéis sustituir el azúcar normal por azúcar avainillada.
Las hemos hecho en la freidora, donde quedan perfectas y sin nada de grasa.
Si las hacéis con un robot ya sabéis primero amasáis los líquidos y luego los sólidos.
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